“Hay que defender la biodiversidad y soberanía alimentaria”

SIMAS/Nicaragua –

Por Martín Cuadra –

Lourdes Gómez, facilitadora de Alianza Nacional de Protección a la Biodiversidad (ANAPROB), explicó que Guatemala enfrenta un problema complejo en el tema agrario, mismo que se instala a partir del proceso de colonización, trayendo consigo el racismo y discriminación a los pueblos históricos.

“Este modelo se mantiene desde el Estado y valida la mercantilización de la tierra. El Estado ha constituido un fondo de tierra, hace titulación individual y no colectiva de la tierra no respeta el legado indígena y eso lo aprovechan los empresarios. Muchos indígenas han vendido la tierra. El Estado no respeta el derecho y valor que se le da a la tierra desde la cosmovisión indígena. La ciudadanía guatemalteca y en especial la indígena y campesina, viven en una constante amenazas.

Hay un despojo de la semilla. Hoy las empresas quieren tener control de semillas. Hay promoción del uso de semillas no nativas y se abogan por el uso de agrotóxicos. Las comunidades no están informados y por necesidad la gente recibe estos productos. Las empresas quieren control de semillas y patentes. En el año 2006, Guatemala firmó un convenio con la agroindustria para impulsar el uso de semillas patentadas. Se cuenta con vigilancia satelital para saber donde está la distribución y control de los agrotóxicos, donde se utiliza el abono y la semilla mejorada distribuida por el gobierno.

Hay una criminalización y despojo de las comunidades de su territorio. El Polochic (2011) ha sido un caso emblemático. Las comunidades tienen derecho ancestral, pero se ha querido manejar con el sistema jurídico actual.

Otra amenaza es la expansión del monocultivo. El sector empresarial está promoviendo los monocultivos y se ve la complicidad con las instituciones del Estado. Los empresarios talan los bosques y los incendia, no hay autoridad que tenga control y rechace esta situación.

Esto está generando la pérdida de la diversidad, pérdida de las especias protegidas y muerte de los animales por la quema del bosque.

Están latente las amenazas del Convenio sobre la Diversidad Biológica. El Estado ha utilizado los convenio y protocolos internacionales como modo de validar la usurpación de los territorios y recursos naturales.

La pregunta que debemos hacernos ¿con estas acciones el Estado protege los derechos internacionales para las comunidades indígenas? No. El Convenio es un mecanismo de control y despojo vigente.

Se está promoviendo la instalación de OGM (Organismos Géneticamente Modificados). “Protocolo de Nagoya sobre acceso a recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización.

El Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad es un instrumento internacional que regula los Organismos Vivos Modificados (OVM), producto de la biotecnología moderna. Este acuerdo, que se enfoca específicamente en el movimiento transfronterizo de OVM, promueve la seguridad de la biotecnología al establecer normas y procedimientos que permiten la transferencia segura, la manipulación y el uso de OVM. Ambos, no han sido consultados en las comunidades indígenas.

Aquí hubo rechazo contundente a la ley Monsanto, lucha que movilizó a la ciudadanía y se logró su derogación. Pero no se puede cantar victoria, por que si bien es cierto, la Asamblea la derogó, pero no así su reglamento. En éste se establecen los requisitos para otorgar licencias de tránsito para realizar actividades de uso confinado, liberación experimental, pruebas piloto, liberación comercial y para uso directo como alimento humano, animal o para procesamiento de los Organismo Vivos Modificados.

Otro tema que afecta a las comunidades indígenas está ligado al agua y prueba de ello es el ecosidio del río la Pasión, ubicado al norte de Guatemala, mismo que ha dejado sin comer a muchas familias, por que el agua se contaminó de productos químicos vertidos por una empresa de palma africana. Y no solo se contaminó el río, producto de las denuncias asesinaron a Rigoberto Lima por denunciar la contaminación.

Por ello, ANAPROB, junta esfuerzos con redes y movimientos a nivel nacional, movimientos ambientalistas, mujeres y comadronas que apuestan por la agroecología, soberanía alimentaria, derechos de las madre tierra y de construcción estratégica de la biodiversidad. Estamos realizando talleres para construir de forma colectiva una iniciativa de ley que busca proteger la Biodiversidad de los pueblos, ante la aprobación y promoción de políticas y reglamentos pro transgénicos que pretende implementar el gobierno.

 

Deixe uma resposta

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *

4 + 5 =